Luego de un año enmarcado en clases de modalidad virtual, docentes y estudiantes volvieron a encontrarse con la escuela como epicentro.
En Viedma, con muy buenas respuestas
A la Escuela Primaria 276 del barrio “Mi Bandera” de Viedma asisten 400 estudiantes, divididos en los dos turnos en los que funciona. La experiencia de regreso a las aulas está enmarcada por un protocolo y organización escolar específica.
En este sentido, el director de la escuela, Adrián Horacio Sánchez, expresó su felicidad por recibir nuevamente a los alumnos y alumnas “con este sistema combinado”, que se organiza a través de un grupo por semana y con “tareas remotas, en fotocopias, en grupo de whatsapp para los chicos y chicas que se quedan en su casa”.
“Reflexionamos con los docentes y familias en las reuniones previas al inicio de clases de cuán importante es la escuela abierta, que la escuela vuelva a esta presencialidad y las familias dan respuesta a eso”, indicó en función de cómo se dio el proceso de organización.
Destacó la “muy buena respuesta de las familias, acompañándonos, enviado sus hijos, respetando los horarios y el protocolo que se está implementando”.
“El día que iniciamos y en el reencuentro del día martes pudimos observar que la respuesta de los nenes y nenas fue espectacular en relación a la necesidad que tenían de encontrarse nuevamente en las aulas, de encontrarse con sus maestras, con sus compañeros que hace un año y pico que no veían”, indicó.
En esta escuela, el ingreso “es escalonado en tres grupos en distintos horarios, cada uno de los grupos está compuesto por tres grados y de la misma manera se retiran. Tienen un recreo de manera escalonada para que haya un momento de higienización y sanitización en la escuela”, explicó.
En Cipolletti, las emociones siguen
Beatriz Constantinidis, del Consejo Escolar de Cipolletti, no pudo ocultar su emoción al evaluar el regreso a clases tras un año tan difícil. “Las emociones siguen, estamos recorriendo escuelas, se van incorporando nuevos grupos y se van reacomodando”, dijo.
“En educación todo se puede. Hay un compromiso muy grande de los docentes y con una escuela que es diferente. Se va a poder acompañar a nuestros alumnos en el aprendizaje y de a poco en la presencialidad, sin descartar la virtualidad trabaja paralela”, explicó.
También resaltó que los protocolos se repiten en el servicio de transporte, que “también será diferente y con todos los cuidados” y destacó el respaldo de los padres y madres.
“Te tienta el abrazo con el alumno, pero no se puede. Cuesta, hay miedos, y respetamos esas sensaciones”, dijo.
Mónica Gerbaldo, directora de la Escuela 263 de esa ciudad, coincidió al señalar que “faltan los abrazos y ver el grupo completo, pero son tiempos para cuidarnos”
“Son tiempos nuevos, inéditos, con una escuela que se rearma y se construye en grupo, con el trabajo de todos y la suma de voluntades. Es un despliegue tremendo para armar una escuela nueva que reciba a todos los chicos y chicas”, indicó.
En Bariloche, todo fue sonrisas
Los primeros días del reencuentro fue todo sonrisas y profunda emoción en Bariloche. Así lo describió la delegada del Ministerio de Educación en la Zona Andina, Beatriz Alarcón.
“Recorrí las escuelas para ir viendo cómo funcionaba el regreso presencial y me emocionó comprobar la enorme alegría del reencuentro de las familias, los chicos, los docentes y directivos, fue un gran comienzo”, expresó la profesora.
Agregó que la presencia de padres fue más importante a la habitual y muchos fueron con uniformes haciendo una pausa en sus trabajos, lo que sumaba en la emotividad del momento.
Explicó que el inicio de las clases y vuelta a la presencialidad “fue relativamente normal, teniendo en cuenta la particularidad de la pandemia y la gran cantidad de aspectos a tener en cuenta, muy diferentes a los habituales”.
Destacó la intensidad de los trabajos y obras en las escuelas, al tiempo que expresó su satisfacción por el funcionamiento de los establecimientos en el modo que exige la pandemia, con los protocolos bien implementados por docentes y respetados por familias y alumnos.
“Hubo una gran apropiación de docentes y cuerpos directivos de lo que exige la pandemia, y todo funcionó correctamente. Evacuaron dudas ante casos sospechosos en comunicación con el 911 y el Hospital Zonal, se mantuvieron las distancias, uso de tapabocas y limpieza y desinfección de manos, y todos los protocolos. Todo funcionó bien aceitado”, señaló.
Desde General Roca, todo en condiciones
La coordinadora escolar en General Roca, Silvina Biancalana, destacó que todo se encuentra en condiciones para el regreso a clases. “Pudimos avanzar en las tareas necesarias, hay establecimientos reubicados en otras instituciones que contaban con espacio disponible para recibir al alumnado”, explicó.
Aseguró que durante este tiempo se garantizó la colocación de dispenseres de jabón líquido, toallas descartables en los sanitarios, alcohol en gel en los ingresos, la cartelería y los insumos y elementos de bioseguridad para el personal.